lunes, 8 de noviembre de 2010

jirones

Hay un ejército anónimo recorriendo la ciudad, una horda de hombres y mujeres de tela, que en silencio y con la frente caída avanzan a ningún lado, sin rumbo, sembrando pasos que no darán fruto alguno. Ahí van, con la vida hecha jirones, sin poder reconocerse en el pasado, y los miro deambular, exentos de la terrible tentación de albergar esperanzas, perdidos en monólogos absurdos, cada uno con su propia desdicha a cuestas, sin ni siquiera tomarse la molestia de mirar al frente. ¿Qué caso tendría hacerlo, si no existe el mañana ni el lugar a donde van?
No tienen ojos, bocas ni oídos, para qué, si no hay otros ojos en los que puedan verse reflejados, si no hay nadie que escuche o que pronuncie su nombre. Sólo tienen pies para poder disolverse en la indiferencia de la ciudad. Sólo marchan, arrastrando el rumor de sus plantas sobre las piedras curtidas por los siglos. Si uno se les acerca un poco, puede escucharles los recuerdos, las falsas memorias de todas sus derrotas. Son sólo eso, un batallón de vencidos, exhaustos y destrozados.


Ellos lo saben: Nada te importa en la ciudad si nadie espera...  


3 comentarios:

  1. Vine a actualizarme,como siempre, me coy contenta aunque con ese sentimiento melancólico raro que sabes despertar bien.
    A mí tampoco me espera nadie en casa, ni siquiera tengo una casa.

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  2. Joven nanoevasión ¿qué ha pasado? ¿Es, acaso, usted el general de semejante batallón? No se achicopale, cuando quiera le invitamos un mezcal con quesito y todo para charlar de tiempos mejores por venir. Sirve que le contamos nuestra experiencia en la suya ciudad, donde todos y cada uno de sus habitantes nos perdieron en un sin fin de números oriente-poniente-sur-norte. Muy divertido por cierto. Te queremos!

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  3. ga querida, pido una disculpa por ese sentimiento. y bueno, que toca hacerle al saltimbanqui trashumante y habrá que encontrarle el gusto, no? abrazo!!!

    anita cómo crees? yo nada más los vi pasar a esos, unas ausencias más deambulando por esta ciudad, como tantas otras. y que tal eso de las direcciones eh! "allá en la 2 y la 4" excelente. espero que esa ciudad le haya tratado como usted se merece. abacho k

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