Mi compañera no marxista se me ha marchado tres semanas a San Cristobal de las Casas. Ergo, hombre solo, con red, hace lo que un hombre debe hacer: perder el tiempo. Pero en lugar de buscar conejitas o repasar los goles de la jornada, tal como corresponde a un caballero, recuerdo de pronto que deseaba buscar un video desde hace mucho: la cortinilla de la dimensión desconocida.
Un tipo en mi situación, hombre casi maduro, adulto contemporáneo, chavoñor en una palabra, no se dejaría sorprender por un corto de escasos 50 segundos, no vería derrumbarse su hombría y valor por los suelos, tan sólo por ver una serie de imágenes que recordaba con viva impresión desde niño. Entonces era sólo un bobete impresionable... es ridículo dejarse asustar por algo así... los años me han hecho superarlo... todo eso me repetía mientras buscaba el mentado corto, creo que deseando no encontrarlo. Doy con él.
Me paralizo.
El miedo me envuelve pero no puedo dejar de mirar esa secuencia que rescata en mi memoria un terror que creía olvidado. De golpe recupero la fascinación que me provocaba esa tonada; recuerdo el esfuerzo sobrehumano que hacía cada vez que iniciaba el programa por no cerrar los ojos, por no fingir una distracción. Me veo ovillado en el sillón, lanzando una mirada nerviosa a mis espaldas y suplicando que sólo inicie el maldito programa. Aún ahora no logro distinguir qué es lo que me da más terror, si es esa ventana que se cierra violentamente, o la muñeca sin ojos, o acaso el diablo que sube tras de ella... o el inconfundible turi ruru turi ruru...
Maldigo la hora en que tenté a la suerte y al youtube, pero de algún modo quedo satisfecho, porque aunque sé que sigo siendo el mismo bobete impresionable, que los viejos temores de la infancia, insondables en su magnitud, permancen para siempre, creo que es la primera vez que logro ver la cortinilla completa.
Turi ruru Turi ruru
ResponderEliminarjejeje!
Al fin algo de verdadero terror en mi vida!
sin duda he tenido un terror por culpa de la televisión y es que cuando tenía uno 6 años vi un video -te invito a que lo veas- que se llama come to daddy de aphex twin. de verdad que me torturaba en mis noches de ojos cerrados a la fuerza!!! ahora que lo veo, pienso en lo tonto que a veces resultan estas cosas... ahora me atromenta más ver el rostro de mario -el pederastameencantanlosniñosylasbotellasdewiskyycharnda- marín, que ninguna otra cosa...
ResponderEliminarsuerte! viejo solo y triste jeje have fun!!
Querido
ResponderEliminarTu post me provoca varios comentarios que sin duda dejaré de lado para poder poner este que de verdad me resulta importante:
Lo que a mí me provoca frìo y miedo es ver la frase "mi compañera no marxista", porque, el término "compañera" sí suena como bien acaaaaá, bien de camaradas. Yo te digo mi maríado, y qué? Pero volviendo a Marx y al frìo y miedo... tu ironía sólo me hizo pensar en otra (cosa que tiene que ver con que sea "no marxista"): yo creo que los peores enemigos de los marxistas no son los capitalistas, sino las feministas, o qué, a cuántos marxistas conoce usted que sepan cocinar???
Usted no le confìe su relaciòn al tal Marx.
Te extraaaño!!!
A mi me da miedo que la influenza no me deje salir a jugar
ResponderEliminarcarajo
ya nadie quiere ir a jugar fut
OOOh por Dios!
ResponderEliminarYo tengo dos capítulos que han marcado mi idea de lo que es el miedo: uno en que una chica (sólo ella) sabía la verdadera historia de porqué las manchas de las paredes se convierten en rostros después de verlas durante un buen rato (nada de las mamadas estas de la asociación libre; y el otro en que un demonio con cara de Tele tuby salía en el ala de un avión y lo destrozaba... de nuevo sólo un pobre desafortunado era el que se percataba de eso.
Ayy nanita.
Te mando un abrazo y el recuerdo de la foto de Tunick pa que se te quite el miedo.
de los capítulos de la dimensión que mencionas, bueno, ambos surgen de sendos cuentos muy picudos:
ResponderEliminarel de los rostros se inspira en "el papel amarillo" de Charlotte Perkins Gilman, un relato que data de 1890, pero que se publicaría hasta 2 años después.
el del tipo en el avión es un clásico de Richard Matheson -el guionista de la dimensión por antonomasia-, "pesadilla a 20 000 pies", publicado en 1962 en una compilación que apareció bajo el título de alone by night.
abrazo